In memoriam
Adolfo Suárez
Un amigo Grande de España
Años sin poder hablar con él. Cuidado siempre por los
suyos. No pudo más. Día triste se fue el sol y llueve, el color se va y
oscurece, murió el JEFE.
Jose Manuel entraba en la Moncloa casi como por su
casa. Desde el primer día hubo algo especial y hubo amistad siempre.
Conversaciones privadas los dos solos. Confesiones con Lito cuñado encantador al servicio del presidente, con Natalia y
Rosa, con su hermano Ricardo
hablando por la mañana y por la noche alguna copa con Chema. Compromiso en todo. Me consideraba uno más de casa. Trabajo
haciendo encargos necesarios, como el niño rebelde y hasta kamikace, no me
importaba. Nunca lo abandoné a él. Entré en la Coalición de UCD como
independiente y me fui de UCD, del
partido, por culpa de otros y seguimos siendo amigos. Mi entrega y cariño a
todos los suyos.
Abrazos en sus actos con UCD y con CDS en Tenerife, cada encuentro abrazos y
besos. Que emocionante en Oviedo en
la entrega del Príncipe de Asturias. Que fuerte esa última foto con él antes,
justo antes de desaparecer de los actos públicos. Adolfo Suárez siempre fue mucho más que jefe, siempre fue amigo.
En lenguaje de baloncesto es sin duda el MVP (el más valioso, el mejor).
Defendió, atacó, marcó el ritmo, pasó, dribló, y encestó de 1 de 2 de 3. Supo
jugar y dirigir, capitanear. El no falló, fallaron los demás. MVP en liderazgo, en actitud,
en eficacia, en entrega, en generosidad
y todo ello con enorme cordialidad y
nobleza política. El príncipe de la concordia. Un modo de hacer política
que hoy no existe y que nadie hará como
él. Irrepetible. A donde vas te están esperando con los brazos abiertos. Seguro
que un día u otro nos daremos otro fuerte abrazo.
Tu amigo Jose Manuel
Couceiro. (Diputado Constituyente 78).
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