Lección sanitaria

Estos días publiqué en Facebook un recuerdo de viejos tiempos y me han pedido que lo repita.
Aquí os lo recojo:

Ébola – Cólera

Me viene a la memoria nuestro trabajo en Año Santo Compostelano, 1971, en que hubimos de atender en Santiago a una paciente que había llegado con cólera. El dispositivo fué inmediato. Reunido un pequeño grupo de trabajo en el Hospital, y siempre bajo la autoridad del Gobernador de La Coruña, se puso manos a la obra. 

Aislar un ala del Hospital, hacer el plan de inmediato, todos a estudiar y decidir la situación. El equipo de trabajo directo era Don Camilo Gallego, con Vicente Lorenzo, Jose Manuel Couceiro y Filo Bello en trato directo con el paciente, y Luís Miguez con Gestal que confirmaban con el microscopio la existencia de aquél vibrium colérico que nos asustaba solo verlo. Nuestra misión era atender a la paciente, señora argentina y aislar el problema del resto de la población. El protocolo en aquél momento era practicamente igual que el ahora utilizado. 

Tomábamos sulfamidas que al pobre Don Camilo le produjeron una reacción que le impidió seguir entrando a ver a la paciente, por lo que nos quedaba trabajo doble a los demás. Gastábamos camiones de lejía y cubos de plástico.

Me decían que yo era un poco salvaje porque teniendo mis niños pequeñitos en casa como iba a casa a dormir y cambiarme. Pues sí, guardando bien todas las normas que habíamos preparado. Verdad es que también yo tenía experiencia en temas de este tipo por parte de mi formación militar como Alférez de Milicias y responsable en CIR de Figueirido y posteriormente Teniente en el Hospital Militar y formación sanitaria, al menos Miguez, Gestal y Couceiro eramos Diplomados en Sanidad. 

Pues todo salió bien. Eso sí la información pública era decidida a través del Gobernador, no usábamos para nada el nombre de "cólera" usábamos términos de 000 y manteníamos todo lo posible el secreto profesional. 

Incluso a algunos asustó enterarse que se había decido de inmediato quemar el piso de la Rúa Traviesa en donde había pernoctado la paciente. Era norma, se hizo así, y bien hecho. 

Pues esperar que el difícil trabajo que todo esto supone sea bien tratado por la Sanidad de Madrid y que la información sea la correcta. 

Un paso más en nuestra vida.