lunes, 27 de marzo de 2017

Falleció PABLO CASADO Entrenador de Baloncesto

Falleció PABLO CASADO
Entrenador de Baloncesto



A Pablo Casado lo conocí en Madrid, años 1968, cuando él jugada en los equipos de Segunda y yo entrenaba y jugaba con el Club Serranía de Cuenca, grupo que incluía a Cuenca, Zaragoza y Madrid.

Tenía referencia de él, ya en Estudiantes, cuando yo fuí preseleccionado español juvenil y junior, con aquellos jugadorazos de Estudiantes, como Martínez Arroyo que me dejó a mi en la cuneta sin selección, era mucho mejor que yo.

En mi época de Cuenca, trabajando como Médico de La Frontera, ya tuve contacto con él en Madrid ya que jugábamos allí con 3 o 4 equipos como Standard, Sagrados Corazones y alguno más.

Pasó el tiempo y voy conociendo más a Pablo y siendo entrenador del recién nacido OBRADOIRO me lo encuentro jugando en los madriles en varios enfrentamientos y a partir de ahí ya aparece el Pablo entrenador. En una ocasión quise ficharlo para Obradoiro pero no entró en juego y en aquella ocasión traería para Santiago a Alfonso Rivera.

Cuando me voy al “exilio” en Canarias (1979), Pepe Cabrera que había llevado a Pablo Casado para entrenar al Canarias, con sede y cancha en el Luther King, me pide que me haga cargo de un trabajo, llevar al equipo junior y estar de acuerdo con Pablo para hacer tiradores y bases, cumplí mi cometido, hice campeón de Canarias al Canarias junior y Pablo entrenaba y dirigía al primer equipo, que nos había hundido el ascenso del Obradoiro a la Primera Liga, años antes.

Pablo y yo no teníamos problemas, nos llevábamos tan bien que al hacerme una propuesta Pepe Cabrera de hacerme cargo del primer equipo, y por tanto darle el relevo a Pablo Casado, mi contestación fué inmediata. Le dije a Pepe que aquello no era noble, que yo no aceptaba y por tanto se lo iba a decir a Pablo, que lo iban a echar, anunciando mi despedida del club que tenía clasificado campeón de Canarias y no quería más. Así lo hice al día siguiente, con fuerte abrazo a Pablo, le dije lo que ocurría y por supuesto dije que si él no estaba, yo tampoco.

Desde entonces Pablo recorrió mucho mundo del baloncesto y nos encontramos en multitud de ocasiones.

Gran “chaval”, gran entrenador y profesor, superpersona, un encanto de persona. Amigo Pablo, te has ido con 73 años, los mismos que me tocan a mí.

Nos veremos allá. D.E.P.

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