FALLOS, ERROS, COUSAS DO BALONCESTO
Sale de entrada Hopkins para celebrar su cumple, y se lo merece. Yo, y algunos entrenadores más, hubiésemos usado a Cabanas para un trabajo especial con Paul Davis.
A los 5 minutos 1-10. Ni cambios, ni tiempos muertos, ni cambios de situación, ni nada de nada. O nadie tira, o quien tira no mete. A los 6’30, TM. Recupera el marcador Palacio, 10-14, y como premio tras un triple el entrenador lo sienta. Nunca se debe sentar a un jugador en racha, cuando salga de nuevo habrá perdido la mano. La cosa se va a 12-21. Lasme tiene sus más y sus menos con el míster. Da la sensación de que hay más de un problema jugadores- míster durante los partidos, aunque no se diga.
En 3’ nos vamos a 16-29. A los 5’, 16-33 y hacemos un triple cambio. Se va al descanso 24-37. La segunda mitad comienza con el mismo cinco inicial, como es muy habitual.
5’, 30-47, y TM. Corbacho a partir de aquí arreglará un poco la situación con Andrés y se va al 47-58. Parece verse una luz en el túnel. Se llega al 64-71 a 3’ del final. Y ahí se queda todo.
Plaza cambió a Davis montón de veces y le hace jugar más de 30’. Actuación completa. El CajaSol cambia defensas, defiende en presión, aprieta ganando y así se juega. Obradoiro suele defender casi siempre igual y atacar de la misma manera. Lo sabe todo el mundo.
Solo hay que tomar soluciones. Uno o dos jugadores, ya se sabe cuales. Por supuesto o el entrenador funciona o mejor que dirija otro. No hay duda que fuera de los partidos es posible que lo haga bien como director de equipo, no como aquél desastre de Curro Segura. Pero en los partidos, me da la sensación de dirigir peor que Segura y mira que eso es difícil.
Si yo pedí en su día que cesáramos a Segura, no me hicieron caso y pasó lo que pasó, no tengo más remedio que pedir que Moncho descanse un poco y si no es capaz tome la determinación de “mandarse a mudar”, antes de que lo “manden a mudar” (inteligente expresión canaria que lo dice casi todo). El público ya está mosca con el tema.
Seguiremos comentando, sin olvidarnos del 22-0, de los comienzos de otros equipos a base de triples, los porcentajes de especialistas del tiro, el miedo a tirar, a entrar y atacar el aro, los balones perdidos, pasos, etc. que algunos entrenadores como yo no hemos consentido nunca, y otros del mismo estilo a lo largo de la temporada. Un entrenador siempre tiene que hacer algo, lo que sea, para parar momentos del juego y al contrario aprovechar los buenos momentos para dar duro, como CajaSol por ejemplo.
A seguir en la brecha, defendiendo lo nuestro pese a quien pese. Seguiremos adelante.