ESPAÑA VISITA A SU PATRóN
SANTIAGO
No tiene porque ser igual, ni siquiera parecido, pero algo tiene la historia que repita cosas muchas veces. Algunos no entenderán porque decimos lo del año 1975 en Santiago. Pues, por algo será?. Se trata muchas veces de borrar la historia, de olvidar el pasado, de dejar atrás a hechos, personajes, que han dado luz a muchas cosas. Por ejemplo muy curioso en el caso del Obradoiro. Poco a poco se van diciendo cosas, pero hay que enfrentarse a lo que no sea expuesto como es debido. La historia no sale ni debe conocerse por los caprichos de un determinado expositor. La verdad es la verdad, el reflejo de la realidad, y no la forma más o menos subterfugia o ignorante de algunos determinados “escritores”.
En aquella ocasión el Obradoiro CAB, hacía honor a la realización de su sueño de tener un pabellón propio, de su propiedad, y aunque ya estaba jugando allí la liga, lo ofrecía a toda su gente oficialmente con dos grandes partidos. Un Obradoiro CAB contra un equipo americano el Saint John’s para goce de los aficionados y un España – Saint John’sde preparación de la selección y por supuesto espectáculo. El primer partido se hizo el lleno entre otras cosas porque Santiago tenía ganas de espectáculos y las niñas, chicas, señoritas y señoras, acudieron en masa a ver jugadores como Mack Wesley, cedido por el Estudiantes para probar suerte en Santiago. Era rubio, alto, guapo, ojos claros, y se paseó por Santiago en todas las terrazas de la mano de Owi Cameron, se llenó el campo. Lou, el gran Lou Carneseca, dirigió de modo que el partido fuera igualado e incluso empatado para delelite de los aficionados, cuando quiso lo remató y nada más. Todo estaba estudiado. ¡Era visto!
Calentaba el ambiente para el gran partido entre la Selección Española y los americanos. En esta ocasión se entregó un ramo de flores al Apóstol y un gran recuerdo a las víctimas del tren de Angrois. Entonces la Selección y los americanos hicieron la foto en la plaza del Obradoiro con todos nosotros, los dirigentes de Obradoiro y del Ayuntamiento de Santiago de Compostela.
Entonces el lleno fue brutal, seguro que más de 5.000 personas aunque a algunos les parezca mentira. Pues que revisen las fotos y sumen. Ese día el Presidente Segura de Luna impuso la insignia de oro de la FEB a Jose Manuel Couceiro, cosa que no se ha reflejado nunca, pero lo digo hoy, para que quede constancia.
Esta vez un llenazo, aunque no completo y especial. Por supuesto lo que citan algunos de Santa Isabel no tenía nada que ver. Eso era otra cosa distinta digan lo que digan.
En aquel entonces Lou Carneseca ordenó y dirigió magistralmente el desarrollo del partido para ayudar a la preparación del equipo de Antonio Díaz-Miguelque se volvía loco en cada acción de Lou. ¡Era visto!, estaba estudiado. En aquella ocasión estaban: Brabender, Cristobal, Carmelo Cabrera, Santillana, Filba, Iradier, Corbalan, Flores, Rullan, Luyk, Estrada. El mister, Lou mandaba, ordenaba, defensas fantásticas y Antonio no podía. Lou dejó siempre acercarse a la S. Española, tanto que al final para todos quien ganó fue el Saint John’s, aunque los árbitros se encargaron de que el marcador reflejase un final 65-64 engañoso, con alborozo de los asistentes y bajo medio enfado y sonrisa final de Lou. ¡Lección de baloncesto americano!
Esta vez los macedonios dieron la propia lección en defensa, igualico, y fallaron en momentos claves, en los tiros. Al final, el arbitraje colaboró para que el resultado en la prensa fuese el que no explicaba como jugó y fue dirigido el seleccionado español. 66-61, hasta los números se parecen. Lo dicho “igualico que su abuelico”.
Total, que en aquella ocasión España visitaba como Selección por primera vez al Apóstol, después vendría la junior, al mismo escenario, para conseguir el bronce de Europa, por tanto perdiendo en Santiago. Después la visita a Santa Isabel, pero que cosas más distintas. Y ahora un éxito de lleno del pabellón que ahora no es propiedad del Obradoiro. (¿Pero podría ser?).
En todo caso, enhorabuena y felicidades a la organización por traer a Santiago espectáculos como este aunque a veces no salgan bien del todo. Para calentar motores cara a la futura liga no viene mal. Que esa buena gente que vino a esto, venga muchos días más y seguro que lo pasará mejor en un partido de verdad de los del Obradoiro CAB en la ACB.
¡Y la historia sigue! Lo dicho “igualico que su abuelico”.