lunes, 1 de noviembre de 2021

No me equivoqué yo Erraron otros como siempre

No me equivoqué yo

Erraron otros como siempre

 

Correcto triunfo del Lenovo-Tenerife

 

El Obradoiro que empezó fenomenal 10-5, 15-7, 21-9,  primera muestra con Birutis a descansar, y primer cuarto 23-9.

Siguió la racha en el 2º Q hasta 31-15. No se daban cuenta en el banquillo que esto tenía que cambiar y “dejaron” que Txus actuara marcando un O-10, sin que a Moncho se le ocurriera pedir un tiempo muerto. Así se forjó en la mitad del partido el  42-38, más razonable que todo lo anterior.

“Marceliño” actuó y mandó poco a poco buscando soluciones a la falta de Sherma y con acciones de ritmo, cambios de velocidad, frenadas oportunas, ya manejaría todo el partido hasta el pitido final (17 puntos y…) en el que justo un gran apoyo de Wiltjer (20 p.) con el último triple dio el tiro de gracia a un Obradoiro que ya no tenía a Birutis en el campo para con Robertson haber procurado un final que siempre se produce después de una “decisión” del técnico de casa de no hacer falta personal a pocos segundos del pitido sobre la entrada del triple decisivo, 81-84.

Así que sin pedir tiempos oportunamente, decidir descansos de jugadores cuando van viento en popa y a toda bola, cambiar porque si “lo hago y digo yo…”, y por supuesto dejar siempre la oportunidad de tirar de 3 en los momentos decisivos, es fácil, y más fácil, perder que ganar un partido. Ahí están las grandes diferencias. Como siempre Txus es Chus y Moncho es como es. Para que aprendan los que dicen que el entrenador no pinta nada.

No pedir tiempo cuando hay que hacerlo, cambios a la costumbre y forma habitual, no aprovechar las buenas rachas, no frenar las del contrario, dejando escapar ventajas, y así sucesivamente, “los errores se pagan”.

Por desgracia una vez más tengo que hacer crónica de entrenadores en lugar de hablar de lo bonito que es disfrutar del baloncesto bien armado y bien jugado.

Enhorabuena a mi Canarias (Lenovo-Tenerife) y que esto le sirva para rectificar un poco los defectos del comienzo, salvar la falta de Sherma, y una vez más felicitar a Txus Vidorreta en su marcha en el devenir de nuestro baloncesto, siempre bien.

No me equivoqué en lo de la igualdad ni en que podía ganar el Obra, erró como siempre quien tiene  las manijas de esa posibilidad y no sabe usarlas.

Sigo repitiendo que las faltas personales están ahí para saber utilizarlas en “todos los momentos” de un partido, pero mucho más en los minutos finales y decisivos.

Para que decir más! Canarias sí y homenaje a la Isla bonita! “Viva La Palma”.   

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