miércoles, 2 de noviembre de 2011

ASI NO SE GANA

ASI  SE PIERDE

            Cuando se acostumbra a empezar los partidos recibiendo 5 triples. Cuando se repite el cinco inicial con este problema. Cuando al hacer cambios oportunos se mejora y se gana y después se vuelve a poner el cinco que empezó mal y no se rectifica. Cuando un jugador lo hace bien y para hacerlo descansar un minuto o dos, o darle las instrucciones adecuadas, o recriminarle algo, se deja en el banquillo y cuando se vuelve a poner en juego ya no está en la misma actitud de antes. ¿Quién lo está haciendo mal?
           
            Cuando se ve que los “pivots”, Lasme, Kendall, Oriol, salen a defender en la línea de 6,75, una y otra vez, un partido y otro partido, colocándose en 2 faltas en un santiamén y después se les sienta. Cuando los jugadores “tiradores” dan vueltas en redondo de lado a lado y no pueden tirar, no reciben, y no se corrige. Cuando los jugadores cometen faltas de ataque, o cuando entran y envían el balón a fuera, mientras los demás equipos buscan faltas de tiro

            Cuando no se usa la supuesta “alquimia” para aprovechar diversas situaciones en el reglamento. Cuando resulta dificilísimo sacar el balón de banda.  Si se ve y está demostrado que los partidos se levantan cuando está en el campo Andrés, y después se olvidan de lo que pasa en cada momento. Cuando los jugadores no tiran a canasta, no van a la canasta.  ¿Quién tiene la culpa?.
           
            Lo siento pero es así. La culpa es del “entrenador”. Y al decir el entrenador me refiero a la cabeza y a su cuerpo técnico, o no hay nadie en el banquillo que le diga al mister en un momento determinado nada, o nadie sabe de esto.
           
            En el baloncesto desde hacer los fichajes, a entrenar, a conseguir un “equipo” unido, un vestuario idílico, hay mil facetas, y creo que hasta este momento el cuerpo técnico ha hecho bien esa parte. Ahí puede servir ser “alquimista”. Para ganar los partidos, para que los jugadores estén contentos dentro del juego en cada partido, para que todo funcione es fundamental la dirección de equipo, la dirección del partido, cada actitud en cada momento del juego. No es fácil, lo sabemos, pero así es la vida. Y cuidado por que cuando los jugadores constatan que quien les lleva a la derrota es el mister, el entrenador, se puede perder toda la “alquimia” y el “equipo”, y la confianza, y después no hay arreglo.
            No se puede estar ganando 43-34 al descanso, con Andrés y Tuky en el campo, después de sufrir, y comenzar el segundo tiempo, después de un cuarto de hora de “descanso”, y cambiar el cinco para empezar otra vez, como se empezó el partido.

Así no es y así no se gana, y así se pierde, con el Lucentum y con ...

Ah!, y el público ya se está enterando, ya oí comentarios referidos a la dirección desde el banquillo, la gente no es tonta y si no sabía, o no sabe, aprende cada día. Todos podemos aprender y debemos aprender cada día. El que no aprenda seguro que no gana, y en cambio si pierde. Lo malo no es que pierda uno, lo malo es que quien pierde es el equipo. Quien pierde es el Obradoiro.

Honradamente hay que decir que perder ante quien hemos perdido entra en la “lógica”, pero no como se ha perdido, es decir regalando los partidos por no hacer cosas bien y empecinarse en mantener posturas que se ve que no van bien. Arreglar las cosas, aprender en cada partido, pero mejor hacer los experimentos entrenando y no jugando. Si se va ganando hay que aprovechar el momento, lo otro te lleva a perder. 

Así no se gana, así se pierde. Que no pase más.

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