Átense los machos

Hay que cumplir los mandatos de la ASAMBLEA DEL CLUB

¿Porqué actuar fuera de la ley o no aceptar lo que por mayoría se decide?, o simplemente ¿porqué querer hacer lo que el pueblo no quiere, ni desea, ni acepta?

En la última Asamblea del Obradoiro C.A.B., los socios aceptaron las propuestas económicas de la Directiva en su práctica totalidad  sin problema alguno. Se acepta y se aplaude la dirección de la Presidencia (Presidente Raúl López)  en cuanto a su supuesto buen hacer.

No se acepta y por tanto se deniega, por unanimidad (incluyendo el voto del propio presidente), la propuesta directiva en lo referente a la unión, contrato, compromiso o vinculación con el Club Rosalía y por el contrario se acepta que el Obradoiro debe estar relacionado con todos y cada uno de los clubs y sociedades de toda Galicia, de todas las provincias, de todos los equipos y que puede y es bueno que selle convenios con todos y cada uno de los clubs y sociedades que así lo consideren.

Se acepta por unanimidad la necesidad urgente de una Fundación Obradoiro, que ofrecen socios en cuanto ya hay una fundación que puede acoplarse y legalmente  llevar adelante de modo URGENTE la puesta en marcha de dicha Fundación, para lo que se crea una Comisión de cinco  miembros que llevará a cabo de modo urgente tal proyecto.

¿Porqué razón en lugar de hacer lo que la Asamblea decide por unanimidad, y repito con el voto y por tanto aceptación del propio presidente, no se hace lo que se debe hacer, no se lleva a cabo el mandado de la Asamblea?

Ese mandato tiene que ser llevado adelante bajo la responsabilidad del Presidente, por quien el designe, o se supone, la Gerencia oportuna, ya que es la parte profesional que recibe emolumentos por su actividad.

En lo que se refiere a la Sociedad Anónima Deportiva, los accionistas y por tanto socios de la misma, están esperando porque se les den los oportunos títulos de propiedad de las acciones y conocer la propiedad de cada uno y tener la primera Asamblea de accionistas para aprobar todo lo que sea necesario de la sociedad creada para soportar el peso de la franquicia de la ACB y mantener el primer equipo del club en y con la categoría que le corresponde. Los accionistas tienen deber de poner los fondos oportunos para ser dueños de esa propiedad, pagar, defender el club, etc… pero también tienen el derecho a decidir en los aspectos del club, y naturalmente en aprobar o no un escudo, un logo, y exigir el cumplimiento de los estatutos, de la ley, de lo que sea lícito y aceptable por la mayoría cualificada. El “Consejo de Administración” con su presidente no puede inventarse lo que no esté de acuerdo con la legalidad y con lo que apruebe la Asamblea general de accionistas-propietarios. Y sobre todo mucho peor molestar la buena voluntad y buenos deseos favorables al buen desarrollo de la sociedad.

No hay por tanto que darle vueltas y romper  cosas en contra de la voluntad de la sociedad, meter por medio asuntos  como lo del “logo” “escudo”, que ya han usado en los entrenos, y por tanto en fotos que se publican, y que también rompen con los “deseos”, la voluntad y el mandato de la representación oficial y solemne del ejercicio de la soberanía dentro del club. El presidente, la directiva no tiene la potestad de hacer lo que les de en gana. Para eso están las Asambleas, que pueden ser ordinarias, extraordinarias, especiales, informativas,  si así se las quiere llamar.

No rompamos la democracia, ni inventemos fórmulas que son archiconocidas y nunca bien aceptadas por el Pueblo.

Cumplan el mandato, hagan lo que tienen que hacer y no se ofendan porque socios, accionistas, abonados, peñas, etc. hagan uso de su  derecho a protestar a denunciar y por tanto a devolver a la legalidad  todo aquello  que no encaje en sus intereses y que consideren oportuno.